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Fuente: Informe sobre la vigilancia y control de arañas en España, 2024 / Higiene Ambiental
Temática: Control de plagas urbanas – Arañas / arácnidos
Control de arañas en el ámbito urbano: la expansión de Loxosceles Rufescens
Aunque las arañas no suelen ser las plagas más frecuentes en los hogares y entornos urbanos, hay momentos en los que su presencia, especialmente la de especies peligrosas, requiere atención. Loxosceles rufescens, también conocida como la araña violín o reclusa parda, es una de las pocas especies de arácnidos cuya mordedura puede generar preocupación para la salud pública en España.
Este arácnido ha ido ganando terreno en varias zonas de la península ibérica y Baleares, lo que hace necesario conocer las medidas de vigilancia y control de esta especie, ya que, si bien no es comúnmente agresiva, su mordedura puede ocasionar complicaciones médicas que van desde lesiones necróticas hasta reacciones sistémicas graves.
Identificación y características de Loxosceles rufescens
Loxosceles rufescens es una especie de araña relativamente fácil de identificar debido a su característica mancha oscura en forma de violín ubicada en su prosoma y sus seis ojos, dispuestos en tres pares. Este patrón ocular es poco común entre las arañas, ya que la mayoría de las especies presentan ocho ojos. Además, con sus patas extendidas, los adultos pueden llegar a medir varios centímetros, lo que facilita su detección.
Posiblemente de origen norteafricano, esta araña ha mostrado una notable capacidad de adaptación a ambientes urbanos. Su distribución en España se concentra en la mitad sur del país y las islas Baleares, aunque ha comenzado a aparecer en algunas zonas del norte.
Preferencias y hábitat de la araña violín
Loxosceles rufescens es una araña solitaria y nocturna que prefiere refugios oscuros y tranquilos dentro de los edificios. Su capacidad para sobrevivir largos periodos sin agua ni alimento, junto con su naturaleza huidiza, la hace especialmente difícil de detectar hasta que ya se ha establecido en el interior de una vivienda o local.
En hogares y otros espacios cerrados, suele ubicarse detrás de muebles, rodapiés, en sótanos, áticos o incluso en falsos techos. En exteriores, busca refugio en grietas de muros o en leñeras. Su telaraña es desordenada y puede alcanzar el tamaño de un palmo, sirviendo de alerta visual para su presencia.
Vigilancia y control: métodos recomendados
Actualmente, no existen sistemas específicos para monitorear la presencia de Loxosceles rufescens, sin embargo, los expertos recomiendan aprovechar los dispositivos adhesivos diseñados para cucarachas y otros insectos, como un método eficaz para evaluar su población. Estos dispositivos pueden colocarse a lo largo de los rodapiés y detrás de muebles, en las zonas menos frecuentadas de los edificios.
Estrategias Preventivas y Correctivas
El control de esta especie se basa en un enfoque de control integrado, que incluye medidas tanto preventivas como correctivas:
Medidas Preventivas:
- Higiene y Mantenimiento: Reducir al mínimo los posibles refugios mediante una limpieza regular es esencial. La acumulación de objetos y desorden en espacios poco transitados puede proporcionar el ambiente perfecto para estas arañas.
- Barreras Físicas: Colocar mosquiteras en rejillas de ventilación y sellar grietas y hendiduras en las paredes y suelos es fundamental para evitar que las arañas accedan a los edificios.
Medidas Correctivas:
- Eliminación Mecánica: La aspiración de telarañas, huevos y ejemplares visibles es una técnica sencilla que, acompañada de luz ultravioleta para detectar telarañas, puede ser muy eficaz.
- Control Biológico: Las salamanquesas y otros pequeños lagartos pueden ser grandes aliados, ya que se alimentan de arañas como Loxosceles.
- Control Químico: En casos donde la infestación sea significativa, los insecticidas piretroides han demostrado ser efectivos contra las arañas, aunque su eficacia depende de varios factores, como el tipo de superficie y la densidad de la población de arácnidos. Se recomienda el uso de equipos de ultra-bajo-volumen (UBV) para la aplicación de productos autorizados en interiores.
Un problema de salud pública: ¿por qué es importante actuar?
La mordedura de Loxosceles rufescens, aunque rara, puede provocar loxoscelismo, un cuadro clínico que incluye lesiones necróticas y, en algunos casos, complicaciones sistémicas. Su carácter sinantrópico, es decir, su tendencia a habitar en espacios humanos, aumenta el riesgo de contacto, especialmente en entornos urbanos donde estos arácnidos pueden encontrar refugio en las viviendas.
El control de esta araña es relevante no solo por sus mordeduras, sino también porque su presencia puede indicar condiciones ambientales que favorecen la aparición de otras plagas, como cucarachas, con las que suelen compartir hábitat.
Controlar la presencia de Loxosceles Rufescens es fundamental
La expansión de Loxosceles rufescens en España y Europa subraya la necesidad de un enfoque más exhaustivo en la vigilancia y control de esta especie. Tanto los profesionales del control de plagas como los administradores de edificios deben estar alertas y considerar a esta araña dentro de sus protocolos de inspección y tratamiento.
El control de plagas urbanas no solo se limita a los insectos más comunes; especies como Loxosceles rufescens representan una amenaza subestimada que requiere de medidas preventivas y correctivas adecuadas para minimizar riesgos en la salud pública.
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