Temática: Prevención de enfermedades y mantenimiento del hogar
La legionelosis es una enfermedad que muchos asocian únicamente con grandes instalaciones o brotes en edificios públicos, pero lo cierto es que también puede afectar al entorno doméstico. Esta infección respiratoria, provocada por la bacteria Legionella pneumophila, puede desarrollarse en sistemas de agua mal mantenidos, especialmente en viviendas con instalaciones antiguas o poco utilizadas.
Aunque no siempre es visible ni inmediata, la presencia de esta bacteria representa un riesgo real para la salud, especialmente en personas mayores, con enfermedades respiratorias o sistemas inmunológicos debilitados. Por eso, desde A tu Salud Ambiental, queremos explicarte cómo identificar los riesgos en casa y qué medidas tomar para evitar que la legionela se convierta en un problema.
¿Qué es la legionelosis y cómo se transmite?
La legionelosis es una infección pulmonar que puede manifestarse de forma leve (como una fiebre pasajera) o grave (en forma de neumonía). Se transmite por la inhalación de pequeñas gotas de agua contaminadas con Legionella, que pueden generarse en duchas, grifos, humidificadores, sistemas de riego o aparatos de aire acondicionado mal mantenidos.A diferencia de otras enfermedades, no se contagia de persona a persona, sino que tiene su origen en sistemas de agua contaminados. De ahí la importancia de llevar un control adecuado de estos dispositivos también en el hogar.
Medidas clave para prevenir la legionelosis en casa
Adoptar una actitud proactiva y mantener los sistemas de agua en buen estado es esencial para reducir al mínimo el riesgo de proliferación de Legionella. Estas son algunas de las medidas más eficaces:
1. Mantenimiento de sistemas de agua caliente
Una de las primeras barreras de protección es controlar la temperatura del agua caliente sanitaria. La Legionella se multiplica con facilidad entre los 20 y 45 °C, pero muere por encima de los 60 °C. Asegúrate de que el termo o caldera mantenga esa temperatura y evita el uso continuado de modos “eco” si no hay una desinfección periódica complementaria.
2. Limpieza regular de grifos y duchas
Los cabezales de ducha y aireadores de los grifos son lugares frecuentes donde se acumula biofilm, un entorno ideal para el desarrollo de bacterias. Se recomienda desmontarlos cada cierto tiempo y limpiarlos con productos desinfectantes o sumergirlos en una solución con lejía diluida o vinagre caliente.
3. Evitar el estancamiento del agua
Si hay grifos o duchas que no se usan con frecuencia, es importante purgar las tuberías regularmente, dejando correr el agua durante varios minutos. Esto es especialmente relevante tras ausencias prolongadas o en segundas residencias. También se recomienda vaciar o renovar el agua de aljibes o depósitos domésticos.
4. Uso responsable de dispositivos que generan aerosoles
Beneficios de una prevención adecuada
Mantener bajo control el riesgo de Legionella no solo protege la salud de quienes viven en casa, sino que también ofrece ventajas adicionales:
- Reduce significativamente la posibilidad de infección, especialmente en personas vulnerables.
- Fomenta un ambiente más seguro y saludable en el hogar, lo que aporta tranquilidad a toda la familia.
- Alinea el hogar con las recomendaciones y normativas sanitarias, especialmente en viviendas con instalaciones compartidas o en alquiler.
A tu Salud Ambiental: prevención en casa con criterio profesional
En A tu Salud Ambiental contamos con experiencia en la evaluación y tratamiento de riesgos asociados a la Legionella, tanto en entornos domésticos como profesionales. Nuestros técnicos pueden ayudarte a revisar tus sistemas, aplicar tratamientos preventivos seguros y darte pautas personalizadas para mantener tu hogar libre de esta amenaza invisible.Si quieres asegurarte de que tu instalación no supone un riesgo, cuenta con un equipo que entienda de salud ambiental, prevención y seguridad. Te ayudamos a anticiparte, actuar y vivir con total tranquilidad.