Temática: agua, instalaciones, gestión legionella
Desde A Tu Salud Ambienta, queremos explicarte de operativa, qué debes tener controlado y cómo enfocarlo para que funcione en tu centro en el día a día.
Recomendación 1: localiza el riesgo real en tu edificio
Antes de hablar de tareas, necesitas un mapa claro de tu sistema: dónde se produce el agua caliente, cómo circula, por dónde retorna y qué duchas o grifos son los más alejados. Esa foto técnica manda sobre todo lo demás. En la práctica significa recorrer la instalación con plano en mano y responder a tres preguntas:
- ¿Qué equipos condicionan temperatura y caudal? Acumuladores, intercambiadores, calderas, válvulas mezcladoras, bombas de recirculación.
- ¿Dónde puede estancarse el agua? Derivaciones a vestuarios poco usados, ramales ciegos, tramos con válvulas siempre cerradas.
- ¿Qué puntos generan aerosoles y quién los usa? Duchas de habitaciones, vestuarios de gimnasio, mangueras de limpieza.
El plan de prevención que funciona
Los planes que se quedan en un archivador fallan por exceso de teoría o por falta de responsabilidades claras. Lo que sí funciona es definir:
- responsables con nombre y apellidos: alguien decide, alguien ejecuta y alguien supervisa. Todos con nociones básicas de por qué se hace cada tarea.
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- objetivos térmicos alcanzables y medidos: define temperaturas objetivo (producción, acumulación, retorno y puntos importantes) y fija un calendario realista de lecturas. Si es posible, instala registradores; si no, agenda comprobaciones diarias/semanales y anótalas sin falta.
- higiene hidráulica constante: purga periódicamente los puntos de bajo uso; tras cualquier cierre (fin de semana largo, vacaciones, obras) aplica protocolo de reactivación con purgas extensas y verificación de temperaturas.
- limpieza y desinfección calendarizadas: acumuladores, filtros, aireadores y teleduchas tienen su propio ciclo de limpieza. Si no lo pones por escrito y con fechas, no ocurrirá.
- muestreo que decide acciones: una red de puntos representativos (acumulación, retorno y puntos importantes) con periodicidad acorde al riesgo. Cada resultado debe tener su “si pasa esto, hacemos aquello”, sin improvisar.
Nada de esto es teórico: reduce incidencias, acorta tiempos de respuesta y da tranquilidad en auditorías.
Aunque parezca mentira, hay temperaturas que de verdad te protegen
En edificios con duchas, la temperatura es un control crítico. Por eso te recomendamos, siempre como guía práctica:
- en acumulación y a la salida de producción apunta a 60 °C estables;
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- en el retorno busca 50–55 °C constantes;
- en el distal comprueba que alcanzas 50 °C en menos de un minuto;
- en agua fría mantén por debajo de 20 °C en los puntos de uso.
Si no llegas, no “maquilles” el registro: revisa equilibrado, aislamiento, recirculación y mezclas indeseadas. Corregir hidráulica hoy evita desinfecciones de emergencia mañana.
Purgas y reactivaciones: el gran y desconocido hábito que evita problemas
Las colonias de legionella aprovechan el estancamiento. Por eso las purgas programadas valen oro. Haz una lista de terminales de bajo uso (habitaciones con baja ocupación, vestuarios secundarios) y purga semanalmente hasta alcanzar temperatura objetivo. Regístralo siempre.
Tras cualquier cierre, aplica protocolo de reactivación: purga extensa desde acumulación hasta el último terminal, verifica temperaturas y, si procede, ejecuta un choque térmico o químico según tu plan. Es la diferencia entre reabrir con confianza o cruzar los dedos.Si no lo haces tú… Limpia y desinfecta sin parar tu negocio
Aquí es donde muchas instalaciones se atascan. Mi recomendación como técnico es convertir cada tarea en un “microproceso” simple y trazable:
- Acumuladores e intercambiadores: apertura, inspección, limpieza y desinfección al menos anual, con partes de trabajo y fotos de cierre.
- Filtros, descalcificadores y válvulas mezcladoras: mantenimientos conforme a especificación, con fecha y lectura de parámetros (dureza, pérdidas de carga).
- Terminales (aireadores y teleduchas): desmontaje, desinfección y reinstalación con una cadencia trimestral/semestral. En vestuarios escolares con alto uso, aumenta frecuencia.
Cuando cada tarea tiene responsable, frecuencia, producto, dosis y tiempo de contacto, los equipos rotan sin fricción y la instalación respira.
Parálisis por análisis: pasa de la analítica a la decisión
Muestrear no es “cazar positivos”, es validar que tus controles funcionan. Por eso se eligen pocos puntos pero bien pensados: acumulación, retorno y terminales críticos. Si aparece un resultado no conforme, el plan dicta la respuesta: verificación térmica inmediata, revisión de purgas y equilibrio, limpieza de terminales implicados y, si el hallazgo lo exige, desinfección extraordinaria con re-muestreo de confirmación. La clave es que todo esto esté previsto por escrito: así se actúa rápido y sin dudas.
Cuando reformes o amplíes: piensa como el agua.
Tu equipo interno: medio plan ya ganado
El personal de mantenimiento, limpieza y recepción es tu primera línea. Con dos sesiones cortas al año puedes fijar hábitos que valen más que cualquier biocida: no dejar duchas sin purgar tras cierres, no “enfriar” el sistema con mezclas inadecuadas, avisar ante olores, ruidos o caídas de temperatura, y anotar siempre lo que se hace. La formación convierte tareas en cultura.
Pero si todo esto se escapa de tus manos, así te ayudamos en A tu Salud Ambiental
Nuestro trabajo no es llenar carpetas, es que tu sistema sea estable, defendible y sencillo de operar. Diseñamos e implantamos planes de prevención y control de legionella para hoteles, pensiones e institutos con duchas con cinco pilares:
- mapeo técnico claro,
- objetivos térmicos alcanzables,
- purgas y reactivaciones que se cumplen,
- limpieza y desinfección calendarizadas,
- y muestreo que guía decisiones.
- Además, dejamos registros que hablan por ti en cualquier inspección.
Si quieres transformar obligaciones en un flujo de trabajo que tu equipo pueda sostener sin sobresaltos, cuéntanos tu caso: te proponemos una hoja de ruta práctica, adaptada a tu edificio y a tus picos de actividad.