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Tras un invierno seco y poco lluvioso, el aumento de las temperaturas hace que nuestras calles, hogares, restaurantes, jardines, piscinas y otros espacios habitados por el hombre, sean mas sensibles a la presencia de ciertas plagas, dado que se alcanza la época de mayor actividad de algunas especies, en particular de insectos como cucarachas y mosquitos, que se sienten atraídos por el calor, el agua, los restos de comida y la luz de la temporada estival.
Ante esta situación se aconseja aumentar las medias preventivas y los programas de mantenimiento y control durante estos meses, ya que muchas de estas especies no sólo son fuente de molestias sino que pueden constituir un riesgo sanitario importante.
PLAGAS URBANAS MAS HABITUALES EN VERANO:
Las cucarachas son una de las principales plagas a combatir durante el verano por las empresas expertas. La Blatella germánica (cucaracha rubia, alemana o del café), la Blatta orientalis (cucaracha negra) y la Periplaneta americana (cucaracha conocida como la super-cucaracha por su tamaño) con las más comunes en España.
Desde el momento de su detección, su control debe ser inmediato ya que se reproducen con gran rapidez y son transmisoras de enfermedades como la salmonelosis o la disentería.
“Durante los meses de calor, eliminar esta plaga llega a convertirse en un asunto de primer orden, especialmente para los responsables del sector hostelero, no sólo por higiene sino también por cuestiones económicas. Si un cliente ve una cucaracha en un restaurante, en una terraza o en un bar, con toda probabilidad no volverá a aparecer por el establecimiento”.
Los mosquitos, por su parte, se convierten también en un verdadero quebradero de cabeza durante las noches de verano. Presentes en todas las áreas urbanas de España, los mas habituales son el mosquito trompetero (Culex pipiens) y el mosquito tigre (Aedes albopictus), que desde el año 2004 se ha extendido de manera significativa por Cataluña, la cuenca del Ebro y el área mediterránea, fundamentalmente. Su picadura es muy dolorosa y en paises del sudeste asiático es portador de enfermedades como el dengue y la fiebre amarilla, entre otras.
Junto a los mosquitos, la mosca doméstica es también molesta compañera durante todo el verano en toda la geografia española. La mosca negra genera también gran alarma entre la población y su incidencia ha sido especialmente notoria en los últimos años. Conocida como mosca “chupa-sangre”, su picadura produce un intenso, duradero y doloroso escozor. Aragón y la cuenca del Ebro padecen año tras año esta plaga.
Las hormigas, aunque rara vez llegan a crear problemas de salud, si pueden convertirse en auténtica molestia. “Su presencia no siempre tiene por qué constituir una plaga, sin embargo si lo será, por ejemplo, en el interior de la cocina de una vivienda”.
Por su parte, las avispas, junto con los mosquitos y las hormigas, son las especies más habituales en las piscinas, y las podemos avistar sobrevolando el agua o en el jardín cerca de las plantas, flores y fuentes. Se estimulan con los perfumes y colonias, las cremas e incluso el sudor y su picadura, en algunas personas en particular, pueden producir una reacción alérgica, que puede llegar a ser mortal, aunque en muy contados casos.
Pero no sólo los insectos se convierten en fuente de molestias en verano, otras plagas como las ratas o ratones aprovechan el calor y la humedad estival para reproducirse y acceder al interior de viviendas y edificios, donde se sienten más confortables. Son feroces, muerden y potenciales transmisores de enfermedades causadas por los microorganismos que transportan como el virus Hanta, la peste bubónica, la salmonelosis o la leptospirosis, entra otras. La Rata común (Rattus norvegicus) es la más frecuente, junto a la Rata negra, conocida como “rata de barco” ya que es exclusiva de zonas costeras y portuarias, y el ratón casero (Mus musculus), pequeño roedor de color gris, que suele vivir ene l interior de locales y viviendas. Presentes en todo el alcantarillado, realizan una función importante dentro del ecosistema urbano, por lo que será importante tenerlas bajo control, sin llegar a erradicarlas por completo.
Durante el verano comienza también la activación de los sistemas de refrigeración. En esta época las condiciones ambientales favorecen la proliferación de la bacteria de la Legionella, que entraña un riesgo real para las personas y causa problemas de infecciones cuando existe una elevada concentración de este organismo. Evítalo realizando un control de legionella
HACIA UNA MAYOR SENSIBILIZACIÓN, PREVENCIÓN Y CONTROL:
Todas estas medidas ayudarán a combatir la incómoda presencia de estas plagas, sin embargo, hay que tener en cuenta que, en la proliferación de estas especies, también influyen otros agentes que se escapan de nuestras manos. De ahí que la elección de los tratamientos para combatirlas deba efectuarse valorando factores como el ciclo biológico en el que se entre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la minimización del posible impacto sobre el medio, los animales y el ser humano. Las empresas profesionales de control y prevención de plagas deben ser, por tanto, las encargadas de establecer las medidas de control pertinentes, y por ello la importancia de seguir los siguientes criterios a la hora de seleccionar una empresa experta:
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La empresa tiene que estar inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/Biocidas.
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El personal técnico debe estar en posesión del carné oficial que le certifique como especialista.
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Los productos utilizados deben estar registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El asesoramiento profesional es fundamental para evitar riesgos y problemas de salud, ya que un mal uso de los productos en el ámbito doméstico es la principal causa de los problemas de intoxicaciones y enfermedades. “Es básico implantar una cultura preventiva y fomentar la sensibilización y la concienciación ciudadana hacia una mayor prevención. También es prioritario promover entre la población un mejor conocimiento de este sector cada vez más profesionalizado, que ha de adecuarse a nuevas normativas, clientes y sectores de actividad, e incluso, a la aparición de nuevas plagas”.