INSECTOS, BACTERIAS Y OTRAS PLAGAS, “INQUILINOS” HABITUALES DE LAS VIVIENDAS VACÍAS, DESOCUPADAS O ABANDONADAS
Expertos de control de plagas advierten del peligro que entraña la aparición de bacterias y focos de plagas para la salud y la seguridad de vecinos, niños y mascotas, en espacios cerrados o desocupados como las viviendas vacías
El número de viviendas vacías en España oscila entre 1,6 y 2,7 millones, según el Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2008
Madrid, 24 de febrero de 2009.– Las casas vacías pueden convertirse en verdaderos focos de insectos, bacterias y otras plagas que, en caso de no ser controladas, suponen una seria amenaza para la salud de vecinos, niños y mascotas, asegura la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA).
En este sentido, la asociación afirma que “las plagas proliferan en las condiciones que ofrecen las propiedades sin habitar”. Así, “Escombros, restos de basura, una descuidada vegetación como el césped sin cortar o la presencia de demasiados arbustos; aguas estancadas, taponamiento de alcantarillas y piscinas abandonadas, además de otras muchas condiciones generadas por el deterioro de los edificios, son características de las propiedades cerradas, que ofrecen el hábitat idóneo para la proliferación de multitud de plagas problemáticas”, asegura.
El número de hogares vacíos o sin habitar ha aumentado en los últimos años debido al “boom inmobiliario” que ha vivido España y a la posterior crisis del sector. En la actualidad, y según el Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2008, editado por R.R. de Acuña & Asociados, el número de viviendas vacías en España oscila entre 1,6 y 2,7 millones, incluyendo las terminadas y en promoción junto con las de segunda mano vacías.
Plagas más comunes en las viviendas sin habitar y entornos próximos
Sin embargo, y más allá de la problemática y de la crisis del sector inmobiliario, roedores, cucarachas, mosquitos, arañas, entre otras, pueden proliferar en casas vacías y otros espacios como trasteros abandonados, no utilizados y no protegidos. Las palomas también pueden ser también un problema; cualquier lugar es bueno para anidar y llegan, incluso, a tomar las viviendas como si se tratase de auténticos palomares. Asimismo, es importante destacar las molestias causadas por gatos y perros abandonados (una verdadera plaga en aumento), que acceden a las casas y jardines donde orinan y evacuan, lo que contribuye, después, a atraer otras plagas.
La presencia de estas plagas en este tipo de viviendas, además de los diferentes daños estructurales que pueden ocasionar en la propiedad y de provocar averías y situaciones de peligro como cortocircuitos y atascos en los desagües, pueden también generar graves problemas de salud. Esto se debe a que muchas de estas plagas provocan graves enfermedades como la salmonelosis, leptospirosis, diarreas, fiebres, que son transmitidas por los roedores a través de sus heces y orinas; o la salmonella, el estreptococos o E. Coli, bacterias transmitidas por las cucarachas. Las palomas, desde el punto de vista sanitario son portadoras de organismos patógenos que pueden transmitir diversas enfermedades como: salmonelosis, histoplasmosis, ornitosis o criptococosis, además de ser hospederos de ectoparásitos como garrapatas, ácaros, chinches y mosca de la paloma.
Por otra parte, las garrapatas, pulgas y mosquitos encuentran refugio en el césped no cortado y en las hierbas demasiado altas e introducen peligros como el riesgo de contagio de la Enfermedad de Lyme e infecciones resultantes de las mordeduras y picaduras que producen ansiedad, hinchazón y otras reacciones alérgicas peligrosas que, en algunos casos, pueden ser hasta mortales.
La exposición a malas hierbas y alergias de polen pueden ocasionar, además, problemas respiratorios y enfermedades como la fiebre de heno, especialmente en niños pequeños y bebes al respirar alérgenos en el aire que circulan cerca de los jardines. Por su parte, las piscinas tienen riesgo de convertirse en zona habitual de baño para aves, y otras estructuras con depósitos estancados en las casas vacías sirven como fuente de alimento para los mosquitos.
Prevención y control
Los riesgos derivados de la presencia de estos molestos “inquilinos” son cuantiosos si no se toman las medidas de prevención y control adecuadas para evitar que proliferen. Por ello, es importante que los responsables de las viviendas adopten las medidas de control de plagas estipuladas con el fin de preservar la salud pública y garantizar que el vecindario se mantenga libre de plagas.
Para ello, ANECPLA recomienda a todos los usuarios que precisen de este tipo de servicios que sean cuidadosos a la hora de elegir al profesional que vaya a realizar el trabajo y que la empresa contratada cumpla con los siguientes requisitos:
- Debe estar inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/ Biocidas.
- Sólo pueden aplicar productos registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad y Consumo.
- El personal encargado de realizar los tratamientos debe estar en posesión de un carné que le acredite como especialista para desempeñar su labor.
- El responsable del tratamiento tiene que informar de las medidas de seguridad que se deben tomar antes, durante y después de cada actuación y, especialmente, de los plazos de seguridad que deben ser de obligado cumplimiento.
Fuente: www.anecpla.com