El minúsculo parásito clásico en las escuelas, el piojo de la cabeza, afecta actualmente a más de 3 millones de niños en edad escolar y hasta a un 27% de las madres de éstos. La persistencia de la pediculosis se viene agravando desde los años setenta y no está relacionada con los hábitos de higiene.
Pequeño pero tenaz
El Pedículus humanus capitis o piojo de la cabeza es un pequeño insecto que parasita exclusivamente al hombre, no pudiendo sobrevivir más de 12 horas lejos del cabello humano. Al contrario que sus parientes el piojo del cuerpo y el piojo del pubis, no está asociado a la falta de higiene, de hecho suele preferir el cabello limpio y largo y aparece por transmisión y contagio.
Este insecto resulta muy molesto pero no es peligroso para la salud aunque puede originar la pediculosis, enfermedad de la piel producida por el insistente rascamiento que motiva la abundancia de piojos. El parásito adulto se ancla en el pelo y se alimenta de la sangre de su huésped cada 3 o 6 horas, produciendo picor y obligando a rascarse.
Liendre Pediculus h. capitis,
Los piojos del cabello se reproducen y extienden con gran facilidad. La hembra fija los huevos, o liendres, a 1 o 2 milímetros del cuero cabelludo con una sustancia viscosa que actúa de pegamento y de este modo impide que las liendres se puedan despegar manualmente. Transcurridos 10 días de la puesta, el huevo eclosiona y, si no se pone remedio, se inicia de nuevo el proceso de reproducción.
El piojo de la cabeza puede vivir en el cabello un mes y en ese tiempo es capaz de poner unos 110 huevos, de los que el 60% llegará a ser adulto. Generalmente se situan en las zonas detrás de las orejas, la coronilla y los laterales de la cabeza.
Tratamiento de la infestación
Según el dermatólogo del hospital Reina Sofía de Murcia, Jesús Hernández Gil, los tratamientos preventivos son “ineficaces” y aclara que aplicar productos contra los piojos de forma incorrecta puede crear problemas de resistencia del piojo y, sobre todo, causar otros como irritación cutánea, eccemas y heridas.
Pediculus h. capitis,
Respecto a los tratamientos, comentó que los más extendidos son a base de permetrina, en formato de champú o loción, y que usados correctamente son efectivos. Se debe repetir el tratamiento a la semana o diez días de la aplicación inicial según el producto y mientras, se puede lavar la cabeza con champú normal.
Una vez hecho el primer tratamiento, es básico emplear una lendrera o peine fino para retirar las liendres, pues los huevos no mueren con la permetrina al estar cerrados, por lo que si no se quitan del pelo, eclosionan a los pocos días y vuelve a aparecer la infestación.
Hernández afirmó que los niños pueden volver al colegio al día siguiente de iniciarse el tratamiento, pero comentó que debe comunicarse tanto al centro educativo como a las personas que estén más en contacto con el menor.
Igualmente recomienda lavar las toallas y la funda de las almohadas, bufandas o gorros con agua a partir de los 50ºC, pasar la aspiradora o vaporetta por el sofá, lavar o hervir peines, diademas, etc. “Hay que desinfectar lo que haya entrado en contacto con la cabeza o se corre el riesgo de una reinfestación”, advirtió.
Fuente: Europa Press, Consumer Eroski