ANECPLA recomienda a los administradores de fincas, como responsables de la contratación de las empresas, ser extremadamente exigentes a la hora de elegir a los profesionales y a las compañías de control de plagas, también llamadas de servicios biocidas. Los profesionales dedicados a la gestión de fincas deberán establecer un adecuado plan de limpieza e higienización para prevenir la aparición de especies nocivas para la salud.
Las empresas que se dedican al sector DDD (Desratización, Desinsectación y Desinfección) llevan a cabo una actividad indispensable para la sociedad, al mantener en niveles sanitariamente aceptables aquellas especies que deterioran la salud pública, el bienestar de los ciudadanos y la calidad del medio ambiente. Así, dado que es imposible eliminar de nuestro entorno a estos microorganismos, insectos y roedores, se hace necesaria la existencia de profesionales que aseguren el mantenimiento de la salud ambiental y la salud pública, mediante un control efectivo y eficaz de las plagas que nos rodean.
En el entorno urbano, los edificios y complejos residenciales constituyen una de las zonas de mayor riesgo para la aparición y asentamiento de diferentes plagas y organismos nocivos que, en caso de no ser adecuadamente control
ados, suponen una seria amenaza para la salud de vecinos, niños, ancianos y animales domésticos, asegura la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA). Además, la presencia de plagas en un inmueble puede contribuir a la disminución de su valor a la hora de venderlo y/o alquilarlo, de ahí la importancia de establecer un adecuado plan de limpieza e higienización a través de una empresa experta.
En estos espacios existen zonas que requieren una mayor vigilancia, como los garajes, saneamientos, trasteros y cuartos de basuras. Además, los inmuebles cada vez cuentan con más áreas comunes y de recreo (piscinas, áreas deportivas, gimnasios, parques infantiles, etc.,) que precisan aumentar la atención frente a nuevos peligros derivados de la presencia de plagas y organismos nocivos.
Riesgos sanitarios
Las plagas de cucarachas, hormigas, avispas, moscas, arañas, ratas y ratones, palomas, o termitas son las más frecuentes tanto en las zonas comunes de los edificios como en las viviendas particulares, locales u oficinas. Para evitar que estas plagas proliferen en estos entornos y se conviertan en un problema de salud pública, la Asociación Nacional de Control de Plagas (ANECPLA) recomienda a los administradores de fincas, como responsables de la gestión de la contratación de las empresas, mantener estos espacios en unas óptimas condiciones higiénico-sanitarias y contratar profesionales de control de plagas de cara a prevenir, erradicar y controlar la población de organismos nocivos que puedan constituir un riesgo para la salud, ya que no hacerlo puede tener importantes riesgos sanitarios y/o económicos.
“La presencia de estos organismos, además de la incomodidad y de los diferentes daños estructurales que pueden ocasionar en las propiedades -averías y situaciones de peligro como cortocircuitos y atascos en los desagües- también pueden generar graves problemas de salud”. De hecho, todas las plagas son contaminantes potenciales y transmisoras de enfermedades que, en muchos casos, pueden llegar a ser de extrema gravedad. Una grieta mal sellada, un desagüe atascado, una acumulación de basura o una deficiente higiene en una determinada instalación, puede ser la válvula de escape para que los insectos o roedores penetren en los edificios habitados por el hombre.
Por citar sólo algunos ejemplos, baste decir que las plagas de ratas y ratones transmiten a su entorno enfermedades como la salmonelosis, la leptospirosis, el tifus, neumonías, fiebres por mordeduras y diarreas. En el caso de los insectos, las enfermedades que pueden provocar son múltiples y diferentes dependiendo del vector que las origine. Las moscas y cucarachas son transmisoras de disentería y salmonelosis; las picaduras de avispas pueden crear serios problemas a personas alérgicas o niños, y las hormigas contaminan los alimentos.
Daños económicos y estructurales
Los daños económicos y estructurales que pueden provocar las plagas son también significativos. Por ejemplo, las pérdidas económicas derivadas de la aparición de termitas en los edificios se cifran, anualmente, en millones de euros. Las termitas están presentes en todo el territorio español, especialmente en los cascos antiguos de las ciudades, y no distinguen entre viviendas particulares y edificios públicos. Esta plaga supone, además, un riesgo para la seguridad de las personas que habitan en los edificios afectados al quedar mermadas las condiciones de seguridad de los pilares y las estructuras en las que se asientan las construcciones. Además de las termitas existen otros organismos xilófagos como la carcoma que, a su vez, provocan también grandes daños. En este caso, además, un problema de este tipo puede incidir directamente en una importante depreciación del inmueble.
Además, la presencia visible de plagas en un inmueble puede contribuir a la disminución de su valor a la hora de venderlo y/o alquilarlo, de ahí la importancia de establecer un adecuado plan de limpieza e higienización a través de una empresa experta.
Los deterioros producidos por roedores en las estructuras de los edificios, instalaciones eléctricas, etc., pueden dar lugar a grandes averías y provocar situaciones de peligro como cortocircuitos.
Asimismo, algunas poblaciones de aves como las palomas constituyen un serio peligro para los edificios, ya que son enormemente dañinas para el patrimonio arquitectónico debido al depositar sus excrementos provocando manchas permanentes y una prematura corrosión de algunas estructuras de metal, cuya limpieza y conservación requiere una alta inversión económica. Son cuantiosos los edificios y viviendas afectados por este problema.
Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y en el que las fronteras físicas ya no son un obstáculo para la expansión de especies nocivas, razón por la que se hace, si cabe, cada vez más necesario un control exhaustivo y eficaz de las plagas. La mejora de las infraestructuras aeroportuarias y la liberalización del comercio internacional durante los últimos años han permitido que los organismos patógenos atraviesen los océanos con la misma facilidad y rapidez que lo hacen los barcos, los aviones y las personas. Y España no está al margen de esta realidad, que afecta por igual a países desarrollados y subdesarrollados.
Criterios de selección de una empresa de control de plagas
Por otra parte, la patronal del sector recomienda a los administradores de fincas, como profesionales encargados de gestionar los asuntos financieros, legales y técnicos que son necesarios para el mantenimiento de las mismas, que sean extremadamente exigentes a la hora de elegir a los profesionales y a las compañías de servicios biocidas. Por ello, aconseja seguir los siguientes criterios a la hora de seleccionar una empresa de control de plagas:
– La empresa tiene que estar inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/Biocidas.
– El personal técnico debe estar en posesión de la acreditación correspondiente que le certifique como especialista.
– Los productos utilizados deben estar registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad y Política Social.
– El responsable de los tratamientos tiene que informar de las medidas de seguridad que se deben tomar antes, durante y después de cada actuación, y especialmente, de los plazos de seguridad que deben ser de obligado cumplimiento.
Del mismo modo, las empresas que prestan servicios de control de plagas están sometidas a diferentes normativas regionales, estatales y europeas que regulan la actividad de su trabajo. Conscientes de que el servicio que ofrecen pueden constituir un riesgo para la salud de profesionales y usuarios, fundamentalmente si los productos no son aplicados debidamente por personal cualificado y si no se siguen los protocolos de seguridad establecidos. Del mismo modo, y dada la constante aparición de normativas que regulan las prácticas de lucha contra las plagas, el sector está cada vez más profesionalizado.
Asimismo, en los últimos años el sector del control de plagas ha experimentado un progresivo crecimiento motivado por la proliferación de determinadas plagas. Además, los ciudadanos y la sociedad en general están tomando conciencia de la importancia y necesidad de un sector que vele por la seguridad y el bienestar de las personas a través de planes preventivos que eviten la propagación de determinadas plagas a las que estamos expuestos. En este sentido, cada vez son más las personas y organismos que acuden a los profesionales para que inspeccionen sus viviendas e instalaciones, dejando a un lado los remedios “caseros” para su control, puesto que en caso de que no se empleen correctamente pueden llegar a ser muy peligrosos para la salud o lo que es lo mismo, el empleo de productos químicos por personas no expertas puede causar resistencias en las plagas y contaminaciones por productos químicos.