La presencia de chinches en la cama no tiene relación con la higiene y pueden encontrarse en las viviendas más limpias o en los hoteles más lujosos.
Las chinches son insectos que pueden proceder de mobiliario importado o de segunda mano, y viajan en el equipaje o en la ropa de los turistas en sus traslados, es por eso que esta plaga suele asociarse al turismo. Es una plaga difícil de detectar y puede infestar cualquier espacio, desde oficinas y almacenes hasta hoteles, residencias y gimnasios. Las chinches son de un color marrón rojizo, con forma ovalada y seis patas. Tienen el tamaño de una pepita de una manzana y durante el día se esconden en grietas y hendiduras, detrás del empapelado suelto y en las camas.
En general, cuando despertamos con una picadura, pensamos que nos ha picado un mosquito o una araña, pero nunca una chinche. Lo habitual es que se localicen en zonas cercanas a las camas y a nuestro dormitorio porque se alimentan exclusivamente de sangre humana y son insectos nocturnos. Cuando estos insectos llegan a anidar, su erradicación es muy compleja y normalmente se requiere de la intervención de empresas expertas como la nuestra.
En España, a diferencia de otros países, no son transmisores de enfermedades, pero sí autores de molestias por picaduras o alergias, porque se alimentan exclusivamente de sangre humana. Desde 2004 ha habido un aumento progresivo de la presencia de chinches en España. Esta plaga, que estaba erradicada desde hace medio siglo, se introdujo nuevamente aprovechando el tránsito de personas y la globalización de mobiliarios.
Recordar amigos, si despertáis con pequeñas marcas rojas con poco espacio entre unas y otras, generalmente, en cuello y brazos podemos estar ante una picadura de chinche. Debéis evitar rascaros porque las picaduras podrían llegar a infectarse.