Nuestros artículos sobre el control de plagas, servicios de desinfección y desratización así como nuestras recomendaciones más comunes para evitar plagas de insectos y pequeños animales.
Noviembre y diciembre traen turnos encadenados, refuerzos de personal y mucha presión en pase. Justo ahí es cuando aparecen los fallos: cámaras fuera de rango, drenajes sucios, cubos saturados, mosquitos en barra o un roedor que “asoma” por almacén.
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) no es una plaga más: sus pelos urticantes pueden provocar reacciones cutáneas y respiratorias severas, especialmente en niños y mascotas.
En alojamientos con alta rotación de huéspedes y equipajes, las introducciones de chinches (Cimex lectularius) pueden ocurrir en cualquier época. No vuelan ni saltan, pero viajan en costuras, forros y herrajes.
El otoño es el momento más rentable para adelantarse a las cucarachas. Menos temperatura exterior, más horas de cocina cerrada y obras de mantenimiento programables.
Con la bajada de temperaturas y el acortamiento de los días, ratas y ratones abandonan zonas abiertas para buscar refugio, alimento y agua dentro de instalaciones humanas. Cocinas profesionales, obradores, retail alimentario, almacenes logísticos y naves industriales se convierten en objetivos prioritarios.
Cuidado con legionella en colegios, gimnasios, oficinas y hostelería, justo después del verano. La puesta en marcha puede ser peligrosa
La vuelta del verano trae consigo un intenso movimiento de huéspedes, equipajes y textiles. Ese flujo eleva la probabilidad de que Cimex lectularius entre y se disperse en alojamientos, residencias de estudiantes y viviendas turísticas.
Si quieres saber sobre el control de plagas de mosquitos en tu negocio, en A Tu Salud Ambiental, te ayudamos. Descubre cómo en nuestro blog
Septiembre es temporada alta de avispas. Descubre como mantener tu negocio a salvo. Protección y estrategias para reducir los riesgos
Tener una piscina con el agua aparentemente limpia no significa que esté segura. Lo que no se ve puede representar un verdadero peligro para la salud pública: bacterias, hongos, virus, productos mal aplicados o acumulaciones químicas pueden afectar gravemente tanto a los bañistas como a los gestores de la instalación.